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26 diciembre 2006

Salud: Colesterol bueno




No todo colesterol es malo, se podría agregar. De hecho, no hay colesteroles distintos, ni buenos ni malos, se trata de la misma molécula que es esencial para la vida. Lo que lo diferencia son el tipo de lipoproteínas en que es transportado en el organismo: el que es transportado por las partículas de lipoproteinas de baja densidad LDL en la circulación, se asocia con mayor riesgo de ateroesclerosis, y se suele denominar colesterol «malo». Al contrario, el colesterol transportado por las partículas de lipoproteinas de alta densidad HDL en la circulación se asocia con menor riesgo de ateroesclerosis, y se suele denominar colesterol «bueno».

Dicen que esconde el secreto de la longevidad, por lo tanto, quienes tienen la suerte de poseerlo en elevadas cantidades, cuentan con una poderosa arma para vivir más y mejores años. Se trata del colesterol bueno, que es el encargado de evitar que el colesterol malo se adhiera a las arterias y las obstruya. Por lo tanto, el tener este preciado elemento reduce los riesgos de sufrir accidentes cardiovasculares.

Este último se produce en el hígado, circula en el plasma y es el encargado de captar el colesterol malo desde las células de los tejidos periféricos, fundamentalmente el de las arterias, y transportarlo hasta el hígado, donde es metabolizado y eliminado como sales biliares y colesterol libre.

Además de reducir el LDL, el colesterol bueno es en sí mismo un elemento importante al momento de considerar los riesgos de sufrir un accidente cardiovascular, ya que una persona con un nivel bajo, es decir, menos de 40 mgr%, tiene más probabilidades de ser víctima de este tipo de enfermedades.


El colesterol "bueno" es el HDL, sigla en inglés de "lipoproteína de alta densidad". La presencia en la sangre de esta proteína ayuda a evitar que los vasos sanguíneos se taponen e impidan la circulación.

En los carnívoros —como los leones, los osos y hasta los perros—, el colesterol bueno alcanza un nivel muy elevado, protegiéndolos de las enfermedades de las arterias coronarias y de los derrames cerebrales que suelen afectar a quienes comen mucha carne. Pero los seres humanos somos omnívoros y nuestra anatomía se asemeja más a herbívoros como las vacas y los ciervos, especies vegetarianas.

La lipoproteína de alta densidad se encarga de transferir el colesterol de distintas partes del cuerpo hasta el hígado, en donde es eliminado. La lipoproteína de baja densidad es la fuente del colesterol que hace que las paredes de las arterias se vuelvan más estrechas.

La mayoría de la gente que sufre ataques cardíacos tiene lecturas de HDL por debajo de los 40 miligramos por decilitro de suero sanguíneo. Los vegetarianos tienden a tener niveles bajos de colesterol bueno.

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