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28 marzo 2020

Altruismo y sentido común

El siguiente artículo es una colaboración de Óscar Caraballo, Médico radicado en España egresado de la Universidad Autónoma de Santo Domingo'.


Recientemente ante la pandemia global por el COVID-19 y sus efectos, sentidos en territorio dominicano, el gobierno a través del Ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo ha expresado la necesidad de incorporar personal de salud de manera voluntaria para ayudar a paliar la actual crisis.

Desde mi punto de vista, esta es una  medida   muy acertada ante la actual coyuntura  que nos depara el problema sanitario. Pero  aunque la misma refleja  la voluntad  del gobierno de mitigar la crisis, también puede llegar a  evidenciar las carencias en materia de salud, que quizás producto de una falta de planificación de los sectores involucrados y un gasto de inversión en salud insuficiente a través de los años han venido convergiendo hasta hacerse ostensible, así como también  una desconexión  total  o intencionada de los gobiernos en las últimas décadas con la realidad laboral en el ámbito médico imperante en nuestro país.

Irónicamente  producto de la improvisación y falta de planificación  de las instituciones competentes y de los “brillantes” ideólogos del sistema de salud,  el Estado cuenta con un ingente material de recursos humanos sanitarios  disponible. Hablamos de los  “NI-NI de bata Blanca” (médicos que ni estudian ni trabajan), más de 4,000 médicos los cuales están desempleados y viendo sus habilidades laborales menguar innecesariamente, de manera  contraria a lo que se esperaría en la era de las aceleraciones. Por mucho tiempo estos jóvenes han estado a la espera de una respuesta a su realidad de parte del Estado y   sus instituciones competentes.

No tengo dudas de que el sentir altruista y el ánimo de ayudar a los demás que los llevó a convertirse en médicos, les impulse a ofrecerse como voluntarios en beneficio de una causa tan noble, pero tampoco se puede obviar el hecho de que la República  Dominicana está pasando por una crisis sanitaria en el momento actual (la cual Dios mediante pasara), en cambio la mayoría de esos profesionales viven en una crisis económica permanentemente sin atisbar un foco de mejoría. No obstante, a la hora de pensar en la secuela económica del COVID-19, hay que considerar que muchos de esos individuos, no tendrían con que cubrir sus necesidades básicas,  porque durante todo el año, no albergaron ingresos producto de su paupérrima situación de desempleo. Estos jóvenes más bien si generaron infinidad de deudas, muchas de las cuales fueron condicionadas por el poco tacto social de las mismas instituciones a las cuales están supeditados y que se supone deben de velar por el bienestar de los mismos, tomemos como ejemplo los 60 dólares, cobrados injustamente en plena situación laboral desfavorable utilizados para el azar del examen de   residencias médicas.

En esta situación el gobierno tiene la obligación  de  salvaguardar la integridad física de cada uno de esos voluntarios ofreciéndoles los equipos de protección  individual del más alto nivel y los insumos necesarios para hacer frente a dicha crisis, ya que después de atropellarlos durante todo este tiempo y hacer caso omiso a sus necesidades tiene un valor agregado y verdaderamente altruista la decisión voluntaria  de ayudar ante la situación sanitaria más grave que hemos enfrentado como nación.


El autor es Medico Inspector del Estado Español.

2 comentarios:

  1. Esta crisis ha demostrado los trágicos efectos de la indiferencia "crónica" de las autoridades ante el sector sanitario de la mayoría de naciones. Ojalá nos sirva de lección, advertencia o recordatorio sobre las verdaderas prioridades, si no, significaría estar en riesgo permanente de colapsar una y otra vez, y peor porque serían guerras avisadas que sí matan soldados...

    Lástima que a diferencia de las películas de héroes, siempre con los mejores trajes y habilidades, en la vida real se nos llame héroes sin proporcionarnos las herramientas apropiadas. Sin embargo, tenemos el ejemplo del Salvador, que con toda humildad y amor ha vencido al mundo, así que en Él todo lo podemos.

    Dios en su infinita gracia y justicia nos guarde, a los voluntarios o no, NiNi o no, con o sin equipos de protección adecuados (y ya sabemos como será en la inmensa mayoría de casos), a las familias y en general, a nuestro país, incluyendo a todos aquellas "víctimas del sistema" que con su mala gestión y corrupción han perpetuado el desorden. Pero a ellos hay que agradecerles también, porque no me cabe duda son instrumentos que nos impulsan a reconocer que de esto sólo nos salva Dios, nuestra única esperanza, siempre fiel...

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  2. En espera de más artículos nuevos,hacen falta!!

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