El 9 de febrero el equipo panameño de Toros de Herrera avanzaba a la final del Serie del Caribe (que posteriormente ganó) contra la escuadra cubana de los Leñadores de Tunas. Lograron esto luego de superar a las Estrellas Orientales de República Dominicana mediante el tercer criterio de desempate que era el promedio de bateo. El fanático dominicano común y corriente luego de conocer el destino de su equipo (nunca antes porque no se informó sobre los criterios de desempate), empezó a ejercer su derecho al pataleo. En realidad el berrinche no es por la regla, sino que la ejecución de la misma terminó perjudicando al equipo, aunque esto no lo quieran admitir muchos. También se ensañaron contra el formato actual usado para esta edición de 6 partido, por no contemplar un partido de desempate. Los buenos perdedores están en peligro de extinción.
Si bien todos culpan al formato o a las reglas, pero nadie reflexiona que desde 2014 el equipo dominicano es el que tiene el peor récord absoluto en las Series del Caribe (10 ganados y 17 perdidos), ni tampoco que es el que menos juegos ha jugado (claro indicador de que han avanzado poco a semifinales y finales), y un diferencial de carreras de -29. Las reglas son iguales para todos, los equipos juegan en el mismo estadio, pero muchos entienden que el problema es el formato o los criterios de desempates. No señores, el fallo no viene de otros, el problema esta en nosotros.
El beisbol en nuestro país ha cambiado mucho en la última década, ser Gerente de Operaciones ya no es solo tener un nombre y vivir del mismo, ahora lo que más vale es saber gestionar recursos a tiempo. Todo debido a que los rosters son cada vez menos estables por la constante entrada y salida de jugadores. Esto también repercute en los entrenadores que tienen que gestionar esos recursos que van y vienen en el terreno día a día, convirtiendo su temporada en un viaje a una fabrica de fósforos, sentados en un barril de pólvora.
La raíz de esa inestabilidad reside en varios factores que todos conocemos. El primero es que difícilmente exista una liga invernal más afectada que la dominicana por la Regla de Fatiga Extrema. Por otro lado se ha convertido en algo común que de repente algún equipo de MLB mande a detener a uno de sus jugadores que logran el permiso de jugar pelota invernal (incluyendo muchos de Ligas Menores), evitando así que sigan en el torneo. Por si esto fuera poco a veces algunos equipos asiáticos también vienen a pescar jugadores en plena temporada.
Esto hace que lentamente merme la calidad del equipo que vamos llevando año tras año al evento caribeño. En el 2013 el equipo dominicano contaba con Miguel Tejada, Hanley Ramírez, José Ramírez, y Fernando Rodney, mientras que ahora es muy difícil que jugadores de cartel jueguen en la Serie del Caribe. De hecho este año los mejores jugadores de las Estrellas Orientales (José Siri, Miguel Sanó, y Fernando Tatis III) no consiguieron permiso de sus organizaciones en MLB para jugar con el equipo en Panamá. Con esos tres jugadores en el roster la historia del equipo dominicano hubiese sido muy diferente.
Internamente la Lidom ha colocado varios parches para poder ayudar a que los
equipos mantengan su nivel a medida de que avanza el torneo local. Se hace un Draft de Nativos e Importados de
los equipos eliminados para reforzar a los que pasan a Round Robin, y
se hace un Draft de Importados para los que pasan a la Serie Final. Pero luego de la Serie Final son muchos los que no están disponibles para seguir por compromisos, y hay que armar el equipo a como de lugar (más allá de los pleitos por redes sociales entre peloteros de equipos rivales).
Viendo la realidad que nos abruma la pregunta es, ¿hacia donde va nuestra liga?. Muchos pensaron erróneamente que para modernizar LIDOM bastaba con sacar a Matos Berridos (lo cual duraron mucho en hacer), pero la tarea es mucho más compleja. Los dueños de los equipos tienen que verse a la cara y determinar que hay que cambiar para que las cosas funcionen mejor, y así enderezar el rumbo. Pero si al final se impone el pragmatismo vago dominicano de "si aún funciona ni lo revises", tal vez ganemos de nuevo una Serie del Caribe, aunque solo servirá para tapar carencias que terminarán carcomiendo el pasatiempo de todos los dominicanos
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